Limón y mojito

Estimado lectora o lector:

Que alegría es ver qué qué regresaron para salirse unos minutos de la rutina y ser parte de este post.

En el artículo anterior hablaba de que la sazón es el alma que uno impregna en el alimento que nuestros familiares y amigos degustarán y como desde mi infancia he estado en contacto con la magia de los alimentos y sabores.

En esta ocasión un aroma cítrico despertó mi memoria a mi infancia dónde mi abu, nos consentia y preparaba un postre que hasta mi actualidad me encanta. La Carlota de limón, un postre liguero, fácil de hacer y muy adictivo.

Los ingredientes son:

200 ml de jugo de limón (jugo de 6 limones aproximadamente.)
360 ml de leche evaporada (una lata)
170gr de leche condensada (media lata)
2 paquetes de galletas María (pueden ser lenguas de gato pero la cantidad varía dependiendo del tamaño y del refractario)
2 cucharadas de canela( cúrcuma le da otro sabor)

Recuerdo cómo se colocaban las leches en la licuadora junto con el jugo y la cúrcuma se revolvía todo y se dejaba reposar tantito en lo que mi abu, sacaba el refractario y las galletas y me decía que le ayudará a colocarlas en la base, una vez hecha la cama se colocaba un poco de la mezcla y se volvía a repetir la operación de la cama de galletas, así hasta que quedara la mezcla hasta arriba al final le podrias colocar rayadura de limón o un poco de cúrcuma espolvoreada (canela si es lo que se usó) y se deja enfriar en el refrigerador un mínimo de 40 minutos, importante decir que entre más tiempo este en el frío mejor quedará la consistencia.

En el inter de que estubiest listo el postre lo más emocionante era con una palita limpiar la mezcla de la licuadora mientras mi abu, me miraba lo feliz que eso me hacia. Y ya al momento de servir la familia se juntaba para darle fin al postre en cuestión de minutos, y que al llegar al fondo lo único que quedaba decir al unísono era "Por que tan poquito, que no hay más" y la risa de mi abuela al decir la que habría más hasta la próxima.

Regreso a mi actualidad con un deseo grande de repetir ese postre cuando en mi lista de Spotify suena la canción de Chan-Chan de Havana Social Club e inmediatamente me trasporta a una adolecencia, dónde MTV y Fernando Delgadillo eran profetas del saber y del sentir humano. Fue ahí cuando las fiestas con los amigos y por ende las borracheras estaban a la vuelta de cada fin de semana.
Recuerdo quera ritual que los viernes eran tardes de cine con Beto y Diana antes de cada fiesta pero luego había tiempo para cenar con la abu, es ahí cuando en un restaurante estábamos por empezar a ordenar cuando el mesero me mira muy seguro y dice "Y para el señor hoy tenemos 2x1 en los mojitos con ron Havana Club" y este adolescente con cara de adulto ( si como no) abre los ojos pasando la mirada a Diana y mi abuela para ver si daban el voto de aprobación ( cabe hacer paréntesis para decir que en la familia se tenía la confianza y política de decir la verdad y hacerlo de frente, nada a espaldas y que si se iba a probar o beber algo fuera con ellas para aprender en familia y no pasar vergüenzas en público, además ya contaba con barba y 16 años) y es así como veo a mi abu, con cara de cómo crees pues haber que dice Diana y ella ecuánime como siempre digo "Va y yo me tomo la segunda" , se puede decir que una es mejor que ninguna y que servía para empezar el fin de semana que prometía mucho. Lo ordene con  pollo caribeño por eso de que combinará con el mojito.

Pasaron pocos minutos para ver el mesero llegar con un carrito con .los ingredientes:

Mojito original
45 ml de ron blanco
Jugo de un limón
Agua mineral (suficiente para llenar 2/3 partes del vaso)
2 cucharadas de azúcar
2 ramas de menta o yerbabuena
Hielo picado

El mesero puso en el vaso la azúcar y la yerbabuena y el limon, machacando lo suficiente para que la clorofila saliera y empezará a pintar el azúcar, luego coloco el hielo, el ron y por último el agua mineral y colocando un agitador para ir revolviendo e ir liberando un poco más del dulce de la azúcar y lo fresco de la yerbabuena.
Me encantó el buen sabor que dejaba en la boca como todo era un juego de frescura, pero sobre todo el buen momento que pasamos en familia.

Hoy recuerdo a dos de mis más grandes mujeres que me criaron y las recuerdo con cariño, aunque no estén físicamente se que siguen cuidandome de que no haga ninguna tontería.

Hasta aquí este post, esperando les haya agradado y agradeciendo que me dedicaran unos minutos para leer esta publicación, espero su feedback, recuerden que quiero seguir mejorando el contenido y empezar a ser una comunidad.

Disfruten de esta tarde nublada, hasta nuestro próximo post.


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